No es que este loco que les escribe cojudeces desde el manicomio se haya vuelto Humaliento ni mucho menos, pero ayer, el ex presidente Alejandro Toledo, a quien “su bruja”, le puso la chapa de “Cholo Sano y Sagrado”, y quien tiene una concha más dura que caracol súper vitaminizado y menos vergüenza que stripper con delirium tremens, tuvo la desfachatez de criticar ásperamente al régimen de Ollanta Humala tildándolo de insensible y no cumplir con la inclusión que prometió, principalmente a los docentes que son los profesionales menos remunerados, en especial con los maestros.
“Los conflictos sociales no cesan porque el país crece, pero no hay inclusión social ni económica para los más pobres. Acabamos de ver como después de meses aún no termina la lucha de los profesores y sus reivindicaciones, sin que ello signifique avalar la politización de sus reclamos.
¿Por qué esta insensibilidad del gobierno para aumentar el sueldo a los maestros?”, se preguntó el autodenominado indio terco y rebelde.
Al parecer el ex lustrabotas ha olvidado que él en su gobierno, poco hizo
para con los maestros, y eso lo sé pues cuando yo era jefe de redacción de la revista
Gente, publiqué un artículo sobre este tema, pero durante el Gobierno del
cholo, ya que él prometió una sarta de cosas y poco dio para esa importante
causa.
Sin más, aquí les dejo lo que escribí al respecto en ese entonces.
¿Al
maestro con cariño?
Fácilmente uno puede darse cuenta la manera tan nostálgica
en que nuestro presidente recuerda su niñez.
Es cierto que nuestro gobernante procede de una familia
muy humilde, la cual debe haber pataleado duramente no sólo para sobrellevar su
pobreza sino también para dar lo necesario a su prole en un lugar ubicado, como
el mismo diría, “en las entrañas del Perú profundo”, o sea, donde las llamas
tienen que usar chompa de alpaca para pasar el frío.
En esos días este
vástago caminaba descalzo por las
serranías de su pueblo llevando a pastar el poco ganado familiar, el cuál se
componía de poco más de 3 cuyes y una rata macho que se cortó la cola para ver
si le ligaba un plancito con una “cuya”, además de acudir diariamente a su
escuela para ser desasnado, o como diría el papá de la Lulú para ser
desauquenizado.
Pasado el tiempo, y gracias a su aprovechamiento escolar
obtuvo una subvención para seguir estudios universitarios en el extranjero los cuales
como todos sabemos rindieron sus frutos convirtiendo al humilde pastor en todo
un economista.
Muchas veces nuestro presidente se refiere a él mismo como
producto de un error estadístico, ya que casos como el suyo, no son muy comunes
en nuestro país, además de decir en muchas oportunidades que él es el ejemplo
viviente de que la educación da frutos y por ese motivo está muy agradecido y
reconoce la importantísima labor de los profesores.
Debe ser por este motivo que hace algunos
meses les mostró su “inmenso agradecimiento” dándoles el humillante aumento de
cincuenta soles, mientras que él y sus esbirros se pusieron unos sueldos
millonarios pues según indicó en su momento prefería tener un tremendo sueldo y
no terminar robando como otros.
Pero, si en realidad le interesara la situación económica de los profesores
estatales o de los docentes de las universidades públicas Peruanas, fácilmente
podría constatar que estos no cuentan ni siquiera con los recursos necesarios
para adquirir un libro para estar actualizados en su especialidad y mucho menos
para comprarse una computadora para acceder al Internet, pues el sueldo apenas les alcanza para
sobrevivir ajustadamente.
El aumento de
cincuenta soles para los profesores más que por gratitud parece que fuera por
burla ya que ha prometido que a lo largo de 5 años les duplicará el sueldo, sin tener en cuenta que para los docentes universitarios existe la Ley Universitaria
promulgada en el año 1983, que en su artículo 53 indica la homologación de los
sueldos de los docentes universitarios con los de los Jueces y Fiscales.
Como ya es sabido
los prometidos aumentos fueron muy suculentos en lo referente al sector
judicial tanto como para los ministros, parlamentarios y para él mismo pues
según explicó los jueces y fiscales recibiendo sueldos bajos estarían proclives
a ser corrompidos y los ministros y demás merecen sueldos dignos y de acuerdo
al nivel de su cargo.
Pero yo me pregunto ¿no es acaso que todas estas personas
han llegado a donde están gracias a la educación que recibieron?
Creo que no hay nada más importante que las personas que
se dedican a educar a los futuros ciudadanos, ya que los niños y jóvenes de hoy
serán los futuros jueces, fiscales, congresistas y presidentes del mañana y tendrán en sus manos el destino del país,
por lo tanto tener profesores bien pagados para que puedan vivir tranquila y
holgadamente sin más preocupación que la de educar a sus alumnos, se vería
reflejado en nuestros niños, no solo en lo académico sino en lo moral que es lo
que finalmente hace falta para combatir la corrupción.
Luego se descubrió que tanto su sobrinos koki y Paola así
como otros familiares también se habían ganado con los sueldazos que les regaló
su tío “Pachacútec”.
¡Si!, así es nuestro folklórico “cholo sagrado”, el mismo
que durante su campaña nos prometió acabar con la pobreza, y dar más trabajo
pero se olvidó de decirnos que se estaba refiriendo a sus parientes, amigos y
según dicen, también a quienes cuentan con el carné de su partido.
El otrora Pachacútec, ahora autodenominado indio terco y
rebelde se sigue defecando en la inteligencia y en el bolsillo del pueblo
peruano quien es el que lo puso donde está y le está dando de tragar, ya que
nosotros somos quienes pagamos su sueldo.