sábado, junio 18, 2011

LOS VENDEDORES DE ILUSIONES

 No sé exactamente desde hace cuanto tiempo la modalidad de trabajo a cambio de ilusiones se instituyó en nuestro país, pero de lo que sí puedo dar fe es que muchos miles de peruanos, durante los días en los que les tocaría llevar el dinero a casa para sobrevivir, solo llevan la promesa del empleador diciendo que hará lo posible para que TAL VEZ la próxima quincena PODRÍA conseguir ALGO de dinero para que lleve a casa. Todo esto por supuesto dicho de manera condicional, pues ya esta por demás “aclarado” que todos los empleados tienen que meter el hombro durante algunas semanas que se transforman en meses y hasta años, para que la empresa “salga adelante”.
Lo mas increíble de todo, es que muchos de estos “encantadores de serpientes” han llegado, no sé como, a lavarles el cerebro a sus trabajadores de tal manera que han conseguido que además de no recibir ningún dinero a cambio de su trabajo, tengan que pagar de su bolsillo para poder transportarse a su centro de labores, o sea, terminan pagando por ir a trabajar.
Ésta modalidad de empleo, que ha venido tomando fuerza durante los últimos años está basada prácticamente en el chantaje psicológico. Es decir, yo no cierro la empresa por que quiera, sino por que ustedes ya no quieren apostar por una quincena más para poder salir del hueco. Sin embargo, misteriosamente, siempre hay dinero para otros gastos pues como “del cuero salen las correas” si quieres plata la empresa no puede parar, si no, ¿de donde te pago? y para eso, estas empresas siempre cuentan con dinero para “los gastos operativos”.
Es verdad que han habido muchas empresas que han salido adelante gracias al sacrificio tanto de sus trabajadores como de sus dueños, pero también es verdad que hoy en día existen empresas que han adoptado este método sólo para que sus propietarios obtengan algún tipo de beneficio personal sin pensar en ningún momento en sus trabajadores, pues aunque la empresa funciona gracias a ellos, no hay que olvidarse que ahora “nadie es imprescindible”, y además está difícil conseguir chamba. Así que como diría el propietario, si no atracas yo no puedo obligarte a que te quedes y comprendo que necesitas dinero así que eres libre. Y de esta manera, mientras te das una vueltita para pensarlo, regresas con tu decisión a la chamba solo para darte con la sorpresa que ya otro incauto ocupó tu puesto y cual maldición de un cuento malvado también te suplirá en tratar de cobrar su inexistente quincena hasta que pase el tiempo y luego de haber pagado muchos meses por ir a chambear le dirán la misma cantaleta. De esta manera estos magos del chantaje mantienen funcionando sus empresas por mucho tiempo y solo a cambio de ilusiones.
¡Ah!, no te preocupes por el dinero que te deben por tu trabajo. Pues estos señores sí te reconocerán la deuda. Pero parafraseándolos nuevamente, “claro que te voy a pagar, lo que pasa es que como sabes, la empresa está hasta las patas por ahora pero apenas mejore la situación te llamamos para que pases por tu plata, tú bien sabes que siempre he dado la cara y que sobre todo soy una persona justa que vela por el bien de todos sus empleados y nunca te voy a fallar, por que no soy ningún estafador”.