El día 2 de Noviembre, luego de que mis loqueros me desataran de mi cama en el manicomio para proceder a darme mis relajantes sesiones matutinas de electroshock, las que como siempre recibo con mucho agrado, pues hasta me ocasionan cosquillitas en el cerebelo, me dispuse a tomar mi PC, como lo hago diariamente, para escribir un post en mi blog.
Lo diferente esta vez, es que al encender mi computadora, lo primero que apareció fue el Outlook , sin que yo lo haya abierto, y allí aparecía marcado como un correo más urgente que entregar un último deseo, el correo "supuestamente" enviado por un querido primo quien se dedica al turismo de aventura y pedía que por favor ingrese a su web para que le dé mi opinión sobre una publicidad que estaba haciendo para su compañía.
Yo nunca abro archivos adjuntos, por evidentes razones de seguridad, pero esta vez, por tratarse de mi primo y además porque yo estaba segurísimo que mi PC estaba más protegida que la Casa Blanca, le di click al adjunto, y allí ante mis ojos y sin poder hacer nada vi como unos bichos más feos que el papá de Humala bailando la "Macarena" con Diez Canseco, Chehade y Toledo, todos calatos sobre un inmenso plato de gelatina de KK, tomaban posesión de mi PC cambiando todas mis claves de acceso a mis correos, blog, etc., etc.
Felizmente cuando pasaron a ver la información bancaria, aunque no tengo nada en el banco, se me ocurrió desconectar el internet, pero aún así, aunque ya no tenían acceso a mi PC, me aparecía un aviso amenazante que me advertía que ahora ellos, "sin identificarse" tenían el poder de mi información y como ya estaba su "bicho" metido en el corazón de mi PC, aún sin conexión a internet, lograron borrar varios de mis archivos, que felizmente, luego, con la ayuda de un amigo que es ingeniero de sistemas logramos recuperar.
Cuando mi amigo el técnico, recién llegó al manicomio para ver de qué se trataba este ataque, tuvo que conectarse al Internet y allí vio cómo, ante sus ojos incrédulos, algún "payaso" hacía dentro de mi PC lo que le daba la gana, como abrir el Word y empezar a escribir lo que le venía en gana, además de convertirse en el dueño y señor de mi mouse, desde un ataque evidentemente remoto.
Mi amigo, en una acción más rápida de lo que demora este Gobierno en sumergirse en la corrupción, volvió a desconectar el internet y tras varias horas de macumba cibernética, logró deshacerse del bicho invasor, recuperar y cambiar mis claves de acceso y por ende todos mis correos y blog.
La verdad es que yo me pregunto: ¿ será esto una acción digitada por los angelitos que se ven afectados por las locuras que aquí escribo?, o simplemente fue una coincidencia de que como a otros me tocara ser tan piña de salir seleccionado al azar por algún otro "critter" que está más loco que yo.