El cura Miguel
Cabrejos, quien fue ayer a Cajamarca en compañía de su secuaz Gastón
Garatea, y quienes están sirviendo de correveidiles
de los proterrucos, terrucos, etnoterrucos, sacerdoterrucos y otras heces que
por allí están jodiendo, se reunirá hoy día con la gente del ejecutivo
para entregarles el papelucho que los anticongueros les han dado para que los del ejecutivo, vean impreso en
blanco y negro con mayúscula y en tamaño gigante, ¡¡QUE CONGA NO IRÁ NI
CAGANDO!!
Cabrejos dijo, no sé por qué extraño motivo, que
se lo debe entregar ¡¡AL MINISTRO DE JUSTICIA!!,
pero que si otro alto funcionario quiere “sapear”, también lo dejaría entrar.
Y como yo siempre digo que estaré loco pero no cojudo, ¿alguien me puede
decir qué mier… tiene que ver el Ministro de Justicia en todo esto?, la verdad
que a mí me huele a que quieren hacer juicio al estado vía sus proterrucas ONG’s,
o alguna leguleyada por el estilo, y que los curas mensajeros de los
anticongueros, en vez de facilitar el diálogo, serán los portadores de lo que
quieren decir esos malnacidos.
Según publicó hoy el diario El
Comercio: “En la reunión de ayer, Cabrejos llenó once folios con la posición de las
autoridades y dirigentes sociales de Cajamarca sobre el citado
proyecto minero, que según sus detractores afectaría las reservas hídricas de
la región norandina”.
Es decir, el cura escribió hartos asquerosos
papeluchos, donde los proterrucos, terrucos y sus esbirros dicen clara y fuertemente que “conga nica”, y
lo traerá para que lo lean los del ejecutivo, es decir, el cura es o lo han
agarrado de cojudo, porque ha ido por las puras albóndigas, por no decir
huevas, en este correctísimo blog.
“Se ha comenzado a construir un puente; mi pedido es que ese puente se siga
construyendo, porque al final es el Perú; tenemos que sumar, no restar”,
rebuznó el cura que al parecer ni se da cuenta, o
tal vez no sabe de matemáticas, pues lo que está haciendo es dividir.
Como loco que soy, digo yo, ¿es que ya
quemaron cerebro todos los bandos?
Los rojos y terrucos que no creen en Dios,
piden la presencia de los curas para llevar sus huevadas, los curas en vez de quedarse
en las “cosas de Dios” se inmiscuyen en problemas políticos, y el Estado
en vez de hacer su chamba, le pide a la iglesia que la haga.
Mejor lo dejo aquí nomás porque si sigo escribiendo
sobre esto, me voy a poner tan furioso, que mis loqueros tendrán que meterme
vivo en una bolsa de cadáveres y arrojarme bien amarrado al cuartito solitario
que tenemos en el manicomio.