Hoy “los curas milagrosos”, Miguel Cabrejos, y Gastón
Garatea, quien como ya saben, este último no puede oficiar misas en Lima,
pero al parecer los proterrucos y terrucos, piensan que puede hacer milagros en
Cajamarca, acudieron a lo que sería una “mesa de diálogo”,
pero que terminó llamándose y siendo una “mesa de
escucha”, donde los curas sólo pudieron escuchar a los terrucos y
proterrucos anticongueros rebuznar sus cojudeces y recibir un papelucho donde
dice por qué Conga no va a ir nunca , y se lo entreguen al presidente Ollanta.
Los curas en mención, quienes se supone, tratarán
de hacer el “milagrito” de que haya un diálogo entre el Ejecutivo y los
proterrucos, terrucos, etnoterrucos, sacerdoterrucos y demás alimañas que por
allí se arrastran, dijeron en coro, que reuniones como esta permitirán devolver
la confianza a la población. “Si se pierde la confianza, se pierde todo”, puntualizó
Cabrejos.
Pero como para ir advirtiendo que todo esto es una
pérdida de tiempo y un engañamuchachos, los
proterrucos y terrucos que participaron en la reunión, (que
eran todos los presentes, a excepción de los 2 curas, o al menos espero),
ratificaron su oposición a Conga.
“Aquí (con
los dirigentes) está el verdadero pueblo al que el Gobierno debió escuchar, y
no el Colectivo Cajamarca y personajes que están con la empresa minera (…) La
posición es ningún centímetro más para empresas mineras por el daño que nos ha
ocasionado (…) Es rotundamente inviable (…) La voz del pueblo es la voz de
Dios, Conga no va ni hoy ni nunca”, berreó Edi
Benavides, presidente del Frente de Defensa de Bambamarca, quien
evidentemente es más rojo que tomate en licuadora.
“No importa que digan que ‘Conga no va’, sino
importa que digan que están dispuestos a conversar”, dijo Calatea, digo, Garatea en una conferencia en la que participaron los proterrucos Gregorio Santos, el ex cura del demonio
Marco Arana, y dirigentes de
diferentes frentes de defensa.
O sea, que al parecer, esta reunión que fue debido a que
los proterrucos y terrucos, dejaron un saldo de “harto ruido y muchas muertes”,
sólo ha servido para que los curas escuchen sus cojudeces y se las traigan por
escrito a Ollanta Humala, y para concha quieren que les quiten el estado de
emergencia.
Bueno, mejor lo dejo aquí nomás porque ya mis loqueros
vienen a darme mi masaje vespertino de azotes con alambre de púas, pero como siempre,
les dejo un videíto sobre lo tratado.