En declaraciones publicadas por el diario El Comercio (o panfleto, como le diría el Marqués de Vargas Llosa), el analista Enrique Bernales, dijo sobre la mudez presidencial, que “Cada presidente tiene su estilo de gobierno, no es una pauta que tengan que hablar todos los días” agregando que “para evitar el desgaste de la figura presidencial”, está el primer ministro (ese que ha ordenado a los demás ministros que estén más mudos que una piedra)
El "tinterillo" justificó este silencio que está haciendo poner los nervios de punta al más manso de los mortales, diciendo que Belaunde tampoco hablaba a cada rato, y que Valentín Paniagua, era “sereno y parco”.
“Por qué somos tan presidencialistas, el presidente solo debe salir cada vez que es necesario, en una situación de emergencia”, dijo el susodicho como si la situación en que vivimos donde vemos cómo se reparten los cargos entre amigotes y familiares presidenciales no fuera algo suficiente como para que el presidente salga a dar la cara para dar explicaciones a los que lo pusieron sentadote donde está.
El Comercio también consultó con el psicoanalista Leopoldo Caravedo, quien dijo que a su parecer "se necesita escuchar al mandatario para conocer cómo se está incorporando al gobierno", es decir, ¿hasta que al presidente no se le ocurra salir de su escondite y abrir la boca, podemos tener la sospecha de que estamos siendo gobernados por un loco? ¡PLOP!.
