Al parecer todo está decidido y el “Preso-dente”
Fujimori, finalmente autorizó a sus
vástagos a iniciar, por intermedio de su abogado Cesar Nagasaki,
quien también tiene ojos más jalados que el “paco de Antauro” en pleno síndrome
de abstinencia, a iniciar el trámite del indulto presidencial por razones
humanitarias.
Según se sabe, esta decisión la tomó a pedido de
sus hijos, Keiko, Kenji, Sashi y Hiro.
“Por pedido
de sus hijos y de muchísimas personas se ha tomado esta decisión. En los
próximos días se pedirá el indulto por razones humanitarias”, declaró Keiko.
Si bien, Keiko
objetó las afirmaciones del Primer Damo Ollanta, quien rebuznó que habría un cálculo político en la inicial
negativa de iniciar el trámite, la hija de Fujimori dice que ahora, “hemos entendido y mi padre así lo
entiende, como un mensaje positivo, que él está a la espera de la solicitud de
este indulto”.
Consideró además importante las declaraciones del presidente
del Poder Judicial, César San Martín,
quien opinó que el ex mandatario puede solicitar el indulto humanitario, por lo
que mostró su esperanza de un cambio de actitud de los voceros de gobierno.
Por su parte el ex presidente Fujimori escribió un mensaje de agradecimiento a todos lo que lo apoyaban:
“Dentro de muy pocas horas abandonaré
las instalaciones de la clínica San Felipe, luego de haber superado
satisfactoriamente y gracias al cuidado y competencia de mis médicos, y de su
personal auxiliar, las complicaciones postoperatorias que obligaron mi
internamiento. Esto significa que ya ha sido controlado el granuloma aparecido
en la lengua (…) Es oportunidad para
expresar mi agradecimiento más profundo a los miles de compatriotas que en todo
el país me han hecho llegar a través de Keiko y Kenji, palabras de aliento y
solidaridad y que recibo con espíritu de lucha. Quienes de esta forma generosa
se identifican con mi persona y mi obra de gobierno y quienes incluso tienen
diferencias políticas con el fujimorismo, han generado una corriente a favor de
un indulto por razones humanitarias Mi gratitud vuelve a quedar comprometida (…)
Yo seguiré luchando por mi salud, mi libertad y mi conciencia. Espero que me
sigan acompañando en esta lucha. Un fuerte abrazo”.
De otro lado La
jarana, perdón, digo, Ana Jara pidió
que dejen al primer Damo decidir sobre este caso sin presión alguna. Me imagino
que para eso tendrán que darle a la Presidenta Nadine un sanguche de
esparadrapo, ¿no?, digo yo.
“Dejemos que
el presidente tome su decisión, estoy segura que será la decisión que convenga
dentro del marco legislativo del país”, sostuvo la tía.
Y como para cerrar el tema con broche de oro, el embajador de
Dios en Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani,
dijo estar más contento que marica en salchichería, por la decisión de la
familia Fujimori de solicitar el indulto para el ex mandatario, y aprovechó la
oportunidad para invocar a la reconciliación al presidente Ollanta Humala y al
país.
“Hay
demasiada violencia y odio, parecería que hubiera tres países diferentes, una
huelga por uno y otro lado, sigue habiendo insultos, no nos perdonamos, lo veo
de cerca cuando cada vez que digo algo hay una tribu que sale a insultarme
(...) pienso que ya es hora de que vivamos como país (…) Yo no le quiero decir
nada al presidente Humala, (sobre el indulto), pero por supuesto, creo que tiene todos los elementos para
poder hacerlo”, dijo ese señor que usa un cucurucho en la cabeza.
Si quieren saber mi opinión de loco calato sobre este
tema, me parece que si bien el “preso-dente” Fujimori, pudo cometer muchos errores,
hay que reconocer que sin él, nuestro país seguiría metido en el hueco en el
que lo dejó “caballo loco” en su primer gobierno, y que ni Toledo y el que ahora
diz que es nuestro presidente, me refiero a Ollanta, lo habrían hecho mejor , ya que evidentemente
ni Toledo podía hacer nada sin la bruja Eliane que lo manejaba a su antojo y
eso, sin contar con su mejor consejero y amigo Johnnie Walker, ni Ollanta quien
indiscutiblemente es sólo un títere de la Presidenta Nadine, que según dicen
las malas lenguas es quien lo maneja a su antojo.
Para mí y todos los pacientes internados en mi pabellón
del manicomio desde donde les escribo
estas cojudeces, un indulto a Fujimori no le haría daño a nadie, pero, lo que
sí puede suceder y ya está sucediendo desde la esquina de los hueveras, es que
ellos ya están moviéndose por las cloacas para tomar este caso como un
antecedente y pedir la liberación de terrucos, como Abimael y otros hijos de
puta (con el perdón y respeto que las meretrices se merecen).
Pero como ustedes ya saben, mi opinión no cuenta, pues yo
soy inimputable, es decir, hace lunas que quemé cerebro, así que mejor ustedes
saquen sus propias conclusiones.