sábado, septiembre 08, 2012

Terruca Iparraguirre da entrevista a "The Economist"


Elena “I perra-Aguirre”, digo, Iparraguirre, malnacida terruca y hembra de la misma especie que el genocida hijo de mala madre Abimael Guzmán, garabateó desde su jaula en el penal de Mujeres de Chorrillos, donde se encuentra cumpliendo condena, pues no la aceptaron en el Parque de Las Leyendas, ya que allí sólo aceptan animales y no porquerías, una misiva diciendo ¡¡¡QUE EXIGÍA EL MISMO TRATO QUE RECIBEN LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA (FARC), QUE YA DIALOGAN CON EL GOBIERNO DE JUAN MANUEL SANTOS!!!

En la misiva, la asquerosidad en mención, también criticó el polémico proyecto de ley del Ejecutivo sobre el negacionismo, que sanciona con prisión a quienes no reconozcan las acciones violentas del terrorismo.

"Mientras conversan en los Estados Unidos y también en Colombia (con las FARC), aquí nunca quisieron hacerlo, ni antes, ni después de los tiempos armados, más bien dan leyes como el negacionismo persecutorio", sostuvo la genocida terruca.

I perra-Aguirre, ratificó lo declarado a la revista "The Economist", donde admite que no ha cambiado sus puntos de vista que provocaron un baño de sangre durante dos décadas en el país, y que sigue siendo “una comunista dogmática”.

Según el ex presidente de la Sala Nacional para casos de Terrorismo, Marcos Ibazeta, esta porquería de imitación de mujer, (con el perdón de todas las damas), ha logrado enviar un mensaje a sus huestes al reafirmar que no renuncia a su ideología.

"Ella es el paradigma de la ideología, fue el nexo con grupos operativos. Les dice, 'lo que tienen en la cabeza no lo saquen'", afirmó Ibazeta.

Por su parte la revista "The Economist", señaló que los peruanos debemos permanecer vigilantes y se pregunta “¿LA PESADILLA TERRORISTA PUEDE VOLVER A PERÚ?”.

Es decir, la porquería  en mención, se da el lujo de declarar a la prensa internacional, mediante papeluchos, evadiendo, o comprando, a todos los filtros de seguridad que supuestamente tiene el penal y ¡¡AQUÍ NO PASÓ NADA!!

Yo, si fuera el jefe del INPE, la metería castigada en un pozo tan profundo en el que ni el mismísimo diablo quisiera estar.

Pero bueno, como yo sólo soy un loco calato que escribe cojudeces desde un manicomio local, mejor no me hagan caso.

Aquí les dejo el papelucho garabateado con sus propias patas y garabatos al diario “The Economist” (pulsen sobre las imágenes para verlas en tamaño legible).