Ayer llegó a mi correo
personal un email titulado “Carta de Bayly a AVLL”, la verdad es que desde
el fondo de mi infinita ignorancia, y también porque en el manicomio ayer nos
tuvieron castigados sólo por jugar a la pega con la directora, sacándole la
mierda, cosa que demuestra que ganamos, recién hoy me percaté del email en
mención, y por más que he buscado su procedencia en Google, no he podido
encontrarlo, se supone que fue publicado en http://groups.google.com/group/vipromcarmelitas?hl=en
, así que si desean verlo en otro lugar, pueden acceder a ese link al
cual yo no entro pues no me gustan los enlaces raros.
Bueno, sin más aquí les dejo
la bendita carta, que dicho sea de paso está de la P… M!!
Álvaro Vargas Llosa, con su
cara de intelectual sabihondo y estreñido que se ha nombrado presidente moral
del mundo y Dalai Lama del liberalismo global, es el cabrón de peor entraña que
conozco. Mal bicho, culebra escamosa, desleal, traidor, rencoroso, fariseo,
vengativo, creo que no le cae bien a ninguno de los amigos que fuimos sus
amigos y ahora lo recordamos como si fuera la viruela, el sífilis o la
gonorrea. Es la confirmación de que dos primos hermanos tal vez no deberían
tener hijos: por mucho que se amen y se calienten sobándose los susodichos
primos, al final te sale una criatura no del todo humana, un fanático enjuto y
avinagrado que quiere gobernar el mundo y que sólo es amigo de los que le pagan
y que ha de tener una cola enroscada de porcino como en los cuentos de Gabo o
un aguijón de alacrán o veneno letal de tarántula en los testículos colosales.
Álvaro es con seguridad uno de los bichos más torvos y desleales que conozco y
no hay en el Perú una sola persona que lo extrañe, que yo sepa.
Mario Vargas Llosa es también
un cabrón de mala entraña (o lo ha sido conmigo hasta un punto en que colmó mi
paciencia) pero se le disculpa porque tuvo un padre que fue un maldito
resentido perdedor abusador y porque ha hecho una carrera amorosa en el
incesto, primero con la tía, después con la prima hermana, lo que me parece que
humaniza sus rasgos de cabrón de mala entraña y demuestra que al menos ama a su
familia, o a la parte de su familia que se puede montar. Sólo por eso (y por
algunos de sus libros) le tengo simpatía. Yo siempre quise montarme a una prima
y una tía (no a la tía enana malediciente) y no lo conseguí (aunque a una prima
lejana me la monté en un hostal de Miraflores y fue como montarme a un
bufeo)."Jaime Bayly