domingo, diciembre 23, 2012

La Verdadera historia de Santa Claus

Hoy, a 2 días de la Navidad, voy a dejar a un lado mi locura para contarles la "verdadera" historia de mi vida, ya que como ustedes y los orates que habitan en este manicomio donde vivo, saben que ¡¡YO SOY PAPÁ NOEL!!

La Navidad es una fiesta religiosa celebrada por toda la cristiandad el 25 de diciembre, excepto en la iglesia ortodoxa que se celebra como Epifanía (o manifestación) del Señor el 6 de enero. En Navidad conmemoramos el nacimiento de Jesús. Actualmente en esta fiesta se puede observar una gran actividad comercial, reuniones familiares o de carácter laboral e intercambio de regalos constituyendo más una fiesta profana que estrictamente religiosa. En las Iglesias, a partir del siglo VIII, los cantos, y escenas piadosas como las escenificaciones al aire libre se distanciaron mucho del carácter humilde y campesino que tuvo la Navidad en un principio.

Pero aunque ésta fiesta sea en conmemoración del nacimiento de Jesús, el gran protagonista de nuestra actual Navidad, no es él, sino el rollizo y bonachón Papá Noel.

¿Quién es en realidad Papá Noel?

Nicolás de Bari

El único Papá Noel de carne y hueso del que se tiene noticia vivió en el siglo IV de la era cristiana en Patara , en los valles de Lycia, en Asia Menor, al sudoeste de la actual Turquía. Parece ser que Nicolás de Bari, llamado así porque en el año 1087 navegantes italianos secuestraron sus restos a los musulmanes y se los llevaron a Bari para custodiarlos bajo el amparo de una bandera cristiana, nació en una familia acomodada de comerciantes y de muchacho, estaba indeciso entre seguir las huellas paternas por las rutas mercantiles del mar Adriático, o cumplir los deseos de su madre que lo quería sacerdote como su tío, el obispo de Myra. La peste solucionó el dilema de Nicolás: sus padres murieron a consecuencia de la enfermedad y él, conmovido por el desastre, repartió su herencia entre la muchedumbre asustada y malherida que había sobrevivido a la catástrofe. Luego se puso en camino hacia Myra a la búsqueda del tío obispo. Mientras tanto, el tío obispo muere y los sacerdotes de Myra no consiguieron ponerse de acuerdo en su sucesor. Cansados de votaciones inútiles deciden elegir al primer cristiano que pusiera los pies en la iglesia. Así el joven Nicolás se convirtió en obispo de Myra.


Fue ordenado sacerdote de joven y falleció siendo arzobispo de Myra. Fue llamado “el obispo de los niños”, por su amor a los pequeños, y se hizo muy popular por su gran generosidad y amabilidad para con los más necesitados y los niños, a quienes hizo beneficiarios de su fortuna personal. Su fama se extendió mas allá de las fronteras de su región. 

El origen de la leyenda

Muchos acontecimientos ocurrieron para convertir a Nicolás en santo patrón de Grecia y Rusia. El primer relato sobre el santo data del siglo IV y apareció en un texto griego. Narra la historia de tres jóvenes que beben más de la cuenta. El patrón los asesina para robarles y mete los cuerpos en una cuba de vino. Enterado Nicolás, corre a la taberna y los devuelve a la vida tras una buena reprimenda. Otra historia es la del padre que, por estar hundido en la miseria, decide prostituir a sus tres hijas. Esa misma noche San Nicolás dejó deslizar por la chimenea de la casa tres barras de oro como dote para cada una de las muchachas. De allí procede la creencia que él hace sus visitas entrando a las casas por las chimeneas.



De San Nicolás a Santa Claus 

Desde mediados del siglo XIII San Nicolás repartía los regalos y juguetes durante la noche del 5 al 6 de diciembre, (día de la muerte del obispo), pero luego de la Contra Reforma Católica (1545-1563), surgió otro personaje, Christkind, el niño Jesús, que repartiría regalos en el día de Navidad. Por esta razón se cambió para el día 25 de diciembre la entrega de regalos por San Nicolás.
La tradición de San Nicolás fue especialmente intensa en Holanda, llegándolo a nombrar Santo Protector de Ámsterdam. Por ese entonces, se le representaba vestido con atavíos eclesiásticos, con barba blanca, montando en un burro, y llevando un saco o cesta con regalos para los niños buenos, y un manojo de varas para los niños desobedientes. Más tarde, hacia el siglo XVII, solía llegar en un barco llamado Spanje (España), esta vez en un caballo blanco, siempre acompañado por su fiel sirviente musulmán Zwarte Piet (Pedro el Negro), un siempre sonriente personaje que llevaba un saco lleno de golosinas, que era lo suficientemente grande como para que, cuando se quedaba vacío, pueda meterse en él a todos los niños que se habían portado mal durante el año y se los llevaban como castigo a España ya que estaban en guerra con ese país.



La tradición llega a América

Esta tradición se instaló en la costa este de Norteamérica en el siglo XVII por los holandeses quienes fundaron Nueva Ámsterdam en la isla de Manhattan que luego sería Nueva York.

  Washington Irving

Washington Irving (1783-1859), escribió la obra Historia de Nueva York (1809). En ella, describe la supuesta llegada del santo, cada víspera de San Nicolás (6 de enero). Lo describe ya sin ropas de obispo y dejó el caballo blanco para llegar en un corcel volador. San Nicolás fue tan popular a raíz de este relato, que todos festejaron la celebración holandesa. El nombre fue derivando de San Nicolás, a Sinter Klaas hasta acabar siendo pronunciado como Santa Claus por los angloparlantes. El siguiente paso en la transformación definitiva, ocurrió por una publicación en un diario en 1823, titulado Un relato sobre la visita de San Nicolás escrito por Clement C. Moore. Él cambió el trineo tirado por un caballo volador por uno tirado por renos y situó su llegada en la víspera de Navidad.

Se empieza a modernizar

El Santa Claus de Thomas Nast

La imagen del gordo Santa Claus la detalló al máximo el dibujante Thomas Nast, que por Navidad publicó dibujos de Santa Claus en la revista Harper’s de 1860 a 1880, Nast añadió detalles como ubicar el taller de Santa en el polo norte, y su vigilancia sobre los niños buenos y malos de todo el mundo. Él le dió el color rojo y el vestuario de pieles. A principios del siglo XX la costumbre de San Nicolás se fue extendiendo por casi toda Europa. Fundó sus bases en Gran Bretaña, llamándose allí, Father Christmas o Padre Navidad. De ahí pasaría a Francia, en donde adoptaría el nombre de Père Noèl o Papá Navidad, del cual deriva Papá Noel.

El Papá Noel actual

Finalmente fue Coca-Cola quien encargó a Habdon Sundblom, que remodelara el Santa Claus de Thomas Nast, para la campaña publicitaria de Navidad de ese año. Creó un Santa Claus más alto, todavía más gordinflón, aunque más simpático, con pelo blanco y larga barba y bigotes. La vestimenta mantuvo los colores rojo y blanco, que son característicos de la compañía. 

Unos a favor y otros en contra.

A la imaginación de todas estas personas y pueblos, debemos nuestro actual repartidor de regalos. Cada año en época de Navidad y en casi todo el mundo, los niños le escriben cartas y le dejan bebida y comida. Mientras hay personas que argumentan que la historia de Papá Noel entra en conflicto con el verdadero significado de la Navidad y sólo promueve la avaricia y el consumismo.

Papá Noel en el mundo de hoy.



Si bien el relato que ha leído ha servido para que conozca un poco sobre la biografía y la historia del San Nicolás de carne y hueso, así como del nacimiento de la leyenda, también quisiera que sirva para que medite acerca de la forma en que miles de nuestros niños van a pasar ésta navidad en compañía de sus familias de pobrísimos recursos económicos, debido al difícil momento que están pasando nuestros países. Niños que no entienden el por qué Papá Noel no se ha acordado de ellos si se han esforzado por trabajar lo más posible para ayudar en sus hogares y otros tantos niños que no cuentan con una familia ni un hogar y que no entienden por qué se encuentran en esa situación ya que ellos no tienen la culpa . 


Por eso les pido a ustedes queridos amigos y lectores de este humilde blog, que si cuentan con un poquito de tiempo y otro poquito de buena voluntad, se acuerden de éstos niños en esta Navidad y traten dentro de sus posibilidades, hacerles sentir el espíritu navideño, si es posible acompañado de sus hijos para que ellos también entiendan y sientan lo importante que es compartir con el necesitado. Después de todo en Navidad se conmemora el nacimiento de Jesús, un hombre ejemplar que compartió su sabiduría y dio su propia vida pensando en salvar al prójimo.