sábado, agosto 27, 2011

De "Católica" a "Caótica"



El Embajador de Dios en Lima, quien es además Arzobispo y más recientemente Gran Canciller de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Juan Luis Cipriani, dijo hoy que las actuales cabezas de la Universidad Católica ,que ahora más parece Caótica, (PUCP), deben tender puentes para llegar a un buen entendimiento y deben además dejar de lado la “soberbia y orgullo”.

Este "nada soberbio" clérigo que anda por todos lados como "muestrario de Joyero" , lleno de cadenas y cruces de oro con piedras preciosas colgadas del cogote y blandiendo un cetro de oro, vestido además de una manera "muy humilde" con huachafas sotanas bordadas con hilos también de oro puro y con una especie de cucurucho en la cabeza hecho del mismo material y estilo, dijo que es lamentable que los ciudadanos tengan que leer en todos los periódicos sobre las riñas y los líos que tiene la Iglesia Católica con la PUCP , donde “no hay derrotas ni victorias”.

Claro, él no quiere que estas peleas salgan en los diarios, ya que en ellos se publican las opiniones de ambos bandos, pero él las hace públicas desde su programa de radio "Diálogos de Fe", programa donde sólo él dice "su verdad" y que se transmite en RPP, radioemisora que tiene más audiencia que cualquier medio escrito.

“Hay que dejar de lado soberbia, el orgullo. Hay que tender puentes, hay que buscar el bien. El país está buscando paz, está buscando un desarrollo para todos, la familia unida, cerca de Dios”. Dijo el ungido.

De otro lado, ayer se reunieron todos los Obispos del Perú, esos a los que por Decreto Supremo, el Nº146-91-EF, para ser más exactos, todos los peruanos tenemos que pagar de nuestros impuestos el dinero suficiente para que el estado les pague el 80% de la Remuneración Total de un Viceministro de Estado, ¡¡POR SÓLO EL HECHO DE SER CURAS!!, y llegaron a la evidente conclusión (para ellos), que los actuales jefes de la PUCP deben hacerle caso al Papa y a Cipriani.    

Por su parte, el rector Marcial Rubio y otras cabezas de la PUCP dijeron que debe haber una fluida relación entre la Iglesia y la Universidad, y pidieron encarecidamente que quienes tienen ocultos intereses, no continúen intentando  poner a la comunidad universitaria y a la opinión pública en contra del Arzobispo de Lima.